martes, 28 de diciembre de 2010

"Fotoperiodismo: la realidad captada por el objetivo"

La Biblioteca y Centro de Documentación de ARTIUM, el Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo ubicado en Vitoria-Gasteiz e inaugurado en 2002, ha organizado una exposición bibliográfica sobre la evolución del fotoperiodismo a través de los grandes acontecimientos del siglo XX. De esta manera, los conflictos bélicos, la situación política y los problemas sociales quedan incluidos en la muestra como la principal base de la actualidad informativa. También destaca el uso de la fotografía para registrar acontecimientos históricos, ya que la época dorada del fotoperiodismo (1930-50) coincide con el periodo de entreguerras y la II Segunda Guerra Mundial.

Bajo el título "Fotoperiodismo: la realidad captada por el objetivo" la exposición consiste en la muestra al público de manuales sobre teoría y técnica, revistas especializadas, monografías de una selección de reporteros gráficos, películas relacionadas con el fotoperiodismo y las fotografías premiadas en los últimos 50 años en el World Press Photo. Toda esta información aparece ampliada con documentales, entrevistas y la presentación de fotógrafos pioneros en Vitoria-Gasteiz.


El apartado de la página web de la Biblioteca destinado a la exposición ofrece muchos documentos que pueden verse online, además de bibliografía sobre cada tema que trata. A continuación os detallo un poco más el "índice" para que sepáis de un vistazo los contenidos que podéis encontrar en su base de datos:

--> El epígrafe Historia se divide en:
· El documentalismo en el s. XIX
· Las primeras imágenes publicadas (aborda dos temas: por una parte, el carácter social y etnográfico de la fotografía documental y por otra, el nacimiento del fotoperiodismo).
· El fotoperiodismo moderno a partir de 1936 (centra su atención en las agencias).
· De los años 70 a la actualidad (donde hace referencia a fotográfos ya nombrados en este blog, como Marc Riboud o Sebastião Salgado).

--> En el siguiente epígrafe aparece una amplia selección de fotoperiodistas ordenados alfabéticamente. Por supuesto, no están todos los que son, pero seguro que ayuda a descubrir talentos, al igual que los epígrafes de películas y vídeos.

--> Posteriormente, hay un listado de agencias y cooperativas (conocidas ya por aquí en mayor o menor medida son Magnum Photos, Reuters o la cooperativa SUB, y próximamente tendrán su propia reseña Ruido Photo y su revista 7.7.). También, como hemos dicho antes, no se olvidan de los premios y festivales de fotoperiodismo tanto nacionales como internacionales.

--> En cuanto a las imágenes etiquetadas como Fotografías con historia, sobre varias de ellas también hemos hablado en Objetivo: denuncia (Dorothea Lange y su Migrant Mother, la polémica Muerte de un miliciano de Robert Capa o el reportaje sobre la masacre del 3 de marzo en Vitoria-Gasteiz). Junto a ellas aparecen otras muchas imprescindibles al hablar de fotoperiodismo.


Tras esta avalancha de enlaces os animo a que, si no podéis visitarla, "investiguéis" vosotros mismos la exposición en su página web porque el material disponible es muy abundante. Por mi parte, haré lo mismo y seguro que gracias a ella encuentro ideas para futuras entradas.

En definitiva, para los interesados...

Lugar: Sala Seminario, frente a la Biblioteca de ARTIUM en Vitoria-Gasteiz
Fecha: del 13 de diciembre de 2010 al 11 de abril de 2011
Página web: Fotoperiodismo: la realidad captada por el objetivo
Contacto: artium.vitoria@yahoo.es (admiten sugerencias para completar la información de cada apartado, por ejemplo, con más nombres de fotoperiodistas y agencias)

viernes, 17 de diciembre de 2010

Para que el mundo pueda verlo, antes tienes que verlo tú

El fotógrafo vasco Fernando Moleres fue proclamado ayer ganador de la XIV edición del Premio Internacional de Fotografía Humanitaria Luis Valtueña por su serie Niños prisioneros en cárceles africanas, compuesta por instantáneas tomadas en las prisiones de Sierra Leona entre febrero y agosto de este año 2010. Su trabajo refleja la situación de adolescentes encarcelados a quienes se acusa de delitos menores, unos reclusos que viven en circunstancias pésimas debido a un sistema de prisiones saturado. Una pequeña muestra son estas dos fotografías, el encierro visto tanto desde el exterior como desde el interior de las prisiones. Para poder ver la serie completa, visitad la página web del fotógrafo bilbaíno: http://www.fernandomoleres.com/index.php (ver African children in prison)




El accésit de este certamen, que se celebra desde 1998 en recuerdo de los cooperantes de Médicos del Mundo asesinados en Ruanda y Bosnia, corresponde a los fotógrafos Javier Arcenillas y Riccardo Venturi. El primero fue finalista por su serie Sicariato de Sión. La historia de violencia y muerte en Latinoamérica y Venturi, por Secuelas en Haití.

Tras la polémica que desató el año pasado una de las fotografías de la serie ganadora (que provocó la retirada del galardón a su autor), así quedó el palmarés de este año. El primer premio obtenido por Fernando Moleres por decisión unánime del jurado consiste en una beca de trabajo de 8.000 euros destinada a la realización de un proyecto fotográfico en una de los ámbitos de trabajo de Médicos del Mundo.

Por otra parte, además de las tres series anteriormente citadas, formarán parte de una exposición itinerante otras seis series de diferentes autores seleccionadas con este fin (más información aquí). Todas esas imágenes conforman las 40 instantáneas de la exposición del XIV Premio Internacional de Fotografía Humanitaria Luis Valtueña, cuyo recorrido dará comienzo en la Alhóndiga de Bilbao el próximo 20 de enero de 2011. Para que el mundo pueda ver lo que otros vieron antes.

lunes, 13 de diciembre de 2010

La Hora del Recreo


Cerca de 215 millones de niños, niñas y adolescentes trabajan en todo el mundo, según cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). De ellos, 14 millones lo hacen en Latinoamérica. La denuncia del trabajo infantil en esta zona geográfica es el objetivo del libro La Hora del Recreo, presentado esta tarde por la Fundación Telefónica en el Museo del Prado. En esta iniciativa han colaborado prestigiosos escritores y fotógrafos para acercar la dura realidad de esos niños que se ven obligados a trabajar.

Durante un mes Walter Astrada, Lurdes R. Basolí, Renzo Giraldo, Carlos Spottorno y Álvaro Ybarra Zavala se trasladaron a diferentes puntos de Latinoamérica para captar el día a día de 16 niños del Programa Proniño en tres escenarios distintos: su lugar de trabajo, su espacio de ocio y la escuela, donde tuvieron ocasión de entrevistarlos, conocerlos y compartir su entorno. Con el material obtenido, los fotógrafos hicieron un proceso de selección de imágenes y editaron los contenidos de las entrevistas para ayudar a los escritores a documentarse sobre los niños.

En esta segunda fase, participaron dieciséis escritores: Héctor Abad, Lola Beccaria, Ángeles Caso, Alonso Cueto, Espido Freire, Fernando Iwasaki, Luisgé Martín, Gustavo Martín Garzo, Ricardo Menéndez Salmón, Vicente Molina Foix, Soledad Puértolas, Rosa Regàs, Javier Reverte, Marta Rivera de la Cruz, Santiago Roncagliolo, Care Santos. Basándose en la documentación recibida redactaron un cuento sobre cada niño, relacionado con aquello que les sugerían las fotografías y sus historias personales.

Podéis comprobar el buen resultado conseguido en la página web del libro: http://www.fundacion.telefonica.com/es/pronino/lahoradelrecreo/index.htm (en la primera pestaña de la parte inferior aparecen todos los reportajes).

Para quien esté interesado en adquirirlo, puede comprarlo aquí (los beneficios del libro se destinarán íntegramente al Programa Proniño).

sábado, 11 de diciembre de 2010

Fronteras invisibles

La escena se repite. En una calle de Madrid una persona que aparentemente no es española es parada por un policía que busca inmigrantes indocumentados. El control es selectivo y las redadas contra estas personas, masivas. Y una de dos: o tienen buena suerte o puede que su destino más próximo sea un Centro de Internamiento para Extranjeros, más conocidos como CIE, lugar donde son recluidos y privados de libertad durante un máximo de sesenta días a pesar de no haber cometido delito alguno.

Una vez terminado el Día Internacional de los Derechos Humanos continúa siendo imprescindible comprobar cómo muchas de las prácticas más cercanas a nosotros no se ajustan a su cumplimiento, sin necesidad de transportarnos miles de kilómetros fuera del Estado. Del acoso a la población inmigrante, denunciado en muchas ocasiones por los propios vecinos de los barrios donde se llevan a cabo los controles policiales, fue testigo la periodista Olga Rodríguez. Así lo contó hace apenas dos semanas en su artículo De estigmas, redadas y rasgos sociales.



Muchos otros han sufrido las consecuencias de hacerse eco de la situación, como ocurrió con el fotógrafo Edu León. Durante ocho meses él y otros dos fotógrafos del periódico Diagonal, Olmo Calvo y David Fernández, recorrieron las calles para documentar las redadas y demostrar lo que niegan las declaraciones oficiales. Edu León ha sido retenido dos veces por la policía y también una vez, detenido. En esa ocasión, borraron sus fotos, confiscaron su cámara y pasó dos días en comisaría por varios cargos. Las protestas públicas de sus compañeros de profesión no se hicieron esperar. La FAPE (Federación de Asociaciones de Periodistas de España) también remitió una nota de prensa en la que denunciaba que los reporteros gráficos encuentran "grandes obstáculos a la hora de fotografiar operativos policiales en espacios públicos". En esa ocasión fue absuelto por el juez y en el desenlace del segundo juicio por desobediencia cuando documentaba una redada en el interior del metro de Madrid el fiscal pidió su libertad. En menos de seis meses ha tenido que afrontar cuatro procesos, algunos aún sin resolver.

La persecución a los inmigrantes y a quienes con su cámara intentan demostrarla no cesa. El pasado 2 de diciembre Olmo Calvo también sufrió coacción por parte de dos agentes de la policía nacional. Según informó Diagonal estas fueron sus palabras: “podemos hacerlo de dos formas, de una manera ilegal y borras las fotos ahora, o vienes a comisaría y te incautamos la cámara".

Sin embargo, los intentos de borrar una realidad a la vista de cualquiera que pase por allí no han impedido que ambos fotógrafos recopilaran todo el material conseguido con el fin de que viera la luz. El resultado: la exposición Fronteras invisibles, inaugurada en septiembre de 2010 y compuesta también por fotos tomadas en las fronteras de Calais y de Malta. En el siguiente vídeo hablan de la necesidad de contar su testimonio:

Entrevista a Edu León y Olmo Calvo, autores del proyecto "Fronteras Invisibles" from mundo negro digital on Vimeo. (Realización del vídeo: Javier Sánchez Salcedo)


Tras haber recorrido ya varios lugares, será en enero de 2011 cuando la exposición vuelva a estar abierta al público. La cita, en el Centro Cultural El Cerro de Coslada desde el día 17 al 31. Mientras tanto, para verla completa online podéis visitar la página web...


sábado, 13 de noviembre de 2010

Cerrado el paréntesis...

Objetivo: denuncia arranca de nuevo tras un parón considerable. Lo que comenzó siendo una tarea propuesta el curso pasado para una asignatura universitaria se convirtió en un trabajo que realizaba más por interés personal que por obligación académica. De ahí que una vez pasado un verano sin vacaciones y ya con tiempo para dedicar a este proyecto, no quería que se perdiera en el fondo de Internet sin darle una segunda oportunidad, o mejor aún, una continuación.

La vida no se detiene y a lo largo de estos meses son muchas las imágenes que no han aparecido en el blog. Mi idea ahora es remediar ese vacío de pruebas gráficas de la realidad con más actualizaciones al mes. Varios lectores también me aconsejaron en su día una mayor publicación de entradas para mejorar el blog, algo de lo que ya era consciente. En un principio el planteamiento era recopilar referencias y material sobre un tema y elaborar un texto propio para difundirlo, lo que me impedía actualizar con una mayor frecuencia.

En esta nueva etapa el procedimiento será el mismo pero quiero introducir algún cambio en la organización de la información, quizás con secciones o etiquetas más concretas o mediante la utilización de pestañas. Además, podéis encontrar más información en el perfil de Facebook del blog, en el que comparto aquellas informaciones que me parecen interesantes a través de su enlace directo, en lugar de “fusilarlas” aquí, como por ejemplo el detalle de las exposiciones o eventos que aparecen citadas en la columna de la derecha. De esta manera, podréis seguir otras actualizaciones los días que yo no publique ninguna entrada en blogspot. Os invito a que descubráis Objetivo: denuncia en Facebook.

Por otro lado, he realizado pequeños cambios en la página, como es el caso de la nueva plantilla (creo que más cómoda de leer) o el señalar que este es un espacio de divulgación no lucrativo del trabajo de otros que considero no debe caer en el olvido. Hasta el momento así ha sido entendido el blog, en cualquier caso si algún autor no quiere ver su trabajo en Objetivo: denuncia, puede mandarme un correo y atenderé su solicitud sin problema. Al sitio web o fuente de la que procede cada fotografía se puede acceder haciendo clic en ella (revisaré las entradas publicadas hasta el momento para comprobar que todas las imágenes aparecen enlazadas).

En definitiva, con este manifiesto de intenciones Objetivo: denuncia vuelve a tomar forma y, como siempre, es un espacio abierto a nuevas ideas, a colaboraciones y a la difusión de material fotográfico que mueva conciencias.

martes, 29 de junio de 2010

Protestas en tiempos oscuros

Ayer dio la vuelta al mundo una de esas fotografías tomadas durante protestas ciudadanas en las que un gesto cargado no precisamente de violencia contrasta con la barrera de la autoridad. Se trataba de un beso entre una pareja de manifestantes delante de los antidisturbios de Toronto como respuesta de los movimientos antiglobalización contra una nueva cumbre del G-20, un desafío que sorprendió a aquellos que iban armados. No obstante, esto es sólo la anécdota de unos días en los que las detenciones de centenares de personas y la presencia de agentes infiltrados que se hacen pasar por activistas para reventar las protestas componen el ambiente que se respira en las calles, que una vez más desde 1999 (batalla de Seattle, contra la OMC) cobra un protagonismo paralelo a las reuniones oficiales de los poderosos.



La anterior fotografía recuerda a aquella que realizó Marc Riboud, miembro de Magnum Photos, durante las protestas contra la guerra de Vietnam en 1967, en la que una joven hacía frente a los agentes con una flor en sus manos en clara alusión al pacifismo.



Por último, las imágenes de las protestas de los dos últimos años en Grecia (hoy es la sexta jornada de huelga general en lo que va de año) han descubierto a un manifestante peculiar que no falla en ninguna cita: un perro llamado Lukanikos que ha sido fotografiado en muchas ocasiones en primera línea de combate.



Antiguas o recientes, las tres están cargadas de un simbolismo que atrae y que refleja la humanidad de los desobedientes que tienen voluntad de belleza y voluntad de justicia. Como pedía Eduardo Galeano: En tiempos oscuros, seamos lo suficientemente tercos para seguir creyendo contra toda evidencia, que la condición humana vale la pena.

¿Con cuál os quedáis?

domingo, 20 de junio de 2010

Los soldados israelíes hablan

"Que se larguen de Palestina". (Helen Thomas)

El ataque a la flotilla humanitaria Freedom Gaza el 31 de mayo de 2010 provocó un aluvión de protestas internacionales contra las prácticas del estado de Israel. Precisamente quienes ya se han largado de allí, lejos de un conflicto que perdura desde 1948, denuncian ahora, dispuestos a romper el silencio, la inhumanidad del ejército israelí.

La organización Breaking The Silence, formada en 2004 por ex soldados y ex oficiales del ejército hebreo, ha apostado por no esconder la realidad de lo ocurrido durante sus años de servicio en esa zona. Para ello, acompañan los testimonios de ex soldados israelíes que un día decidieron romper con su ejército y dejar de defender a su país para condenar las actuaciones abusivas que presenciaron en la Segunda Intifada con fotografías tomadas en los territorios ocupados.


Ex combatientes en acciones en Gaza y Cisjordania han pasado ahora a ocupar el papel de traidores en Israel por no esconder lo que allí sucede, que no suele coincidir con lo que cuentan las versiones oficiales y que está creando un odio futuro entre los niños palestinos que viven las atrocidades actuales.


El ataque a la flotilla o la ofensiva en la franja de Gaza en diciembre de 2008 y enero de 2009 en la que se utilizaron métodos de guerra contra la población palestina, incluido fósforo en muchas de las armas, han sido dos noticias destacadas en los medios, pero el horror en los territorios ocupados está presente cada día y sin repercusión internacional. El testimonio gráfico de Breaking The Silence recoge agresiones físicas, cadáveres palestinos como trofeos y humillantes detenciones policiales. Además, las barreras que impiden hacer vida normal a los palestinos a la hora de acceder a productos y servicios básicos en una sociedad (véase sanidad, alimentación o simplemente acudir al colegio) provocan el desgaste psicológico de millón y medio de personas.

La exposición ha sido clausurada hoy 20 de junio y ha puesto fin a toda una serie de charlas y eventos organizados por la asociación a lo largo de diferentes ciudades españolas durante los últimos diez días. Sin embargo, en su página web todavía podemos observar la muestra en la galería fotográfica, así como obtener más información sobre la labor de Breaking The Silence.


Otros enlaces relacionados:

- Especial Periodismo humano: Ataque de Israel a la flotilla humanitaria
- Blog de Manuel Tapial: Crónicas desde Gaza
- Página de Facebook: Save Palestine from the Israeli occupation
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miércoles, 26 de mayo de 2010

Oxígeno Cero

Los habitantes del pueblo argentino de Dock Sud tienen como vecino un polo petroquímico del que proceden residuos tóxicos a los que están expuestos cada día. La importancia de este conglomerado industrial es su ubicación, en la provincia del país más densamente poblada, Buenos Aires. Es imposible calcular las consecuencias de un posible accidente, pero la producción, uso y almacenamiento de sustancias peligrosas es de tales dimensiones que, en caso de producirse, podría afectar a millones de personas.

Si obviamos el riesgo de desastre medioambiental por un momento, observamos que en el quehacer cotidiano de los argentinos que viven en las cuencas del riachuelo el impacto del polo petroquímico está presente de continuo. Las emisiones rutinarias de gases contaminantes, la contaminación del agua, los malos olores y los escapes han sido objeto de varios estudios en los que se ha determinado la presencia de plomo en sangre en los vecinos y de gases cancerígenos como el benceno, el tolueno y el xileno en el aire que respiran. Sin embargo, la tónica habitual es el desconocimiento por parte de la población de las sustancias emitidas, por lo que su situación es de total indefensión.

La cooperativa de fotógrafos SUB no quiere que se olvide ni el impacto ambiental ni, sobre todo, el impacto en la vida de los habitantes que sufren las consecuencias de la presencia del polo petroquímico de Dock Sud y para ello decidieron realizar un excelente audiovisual a modo de ilustración de la realidad de esa zona bonaerense. Formada por seis fotógrafos, para esta cooperativa con sede en el centro de Buenos Aires lo más importante de su proyecto es intentar reflejar sus ideas en los trabajos y fotografías que hacen. He aquí una muestra, presentada en el Encuentro de Colectivos Fotográficos Euroamericanos:

Sub.Coop from Encuentro de Colectivos on Vimeo.

(Sub.Coop son Nicolás Pousthomis, Sebastián Hacher Rivera, Gisela Volá, Olmo Calvo, Gabriela Mitidieri y Gerónimo Molina)


- Fotografías del making of: ECO.Blog
- Más información: InformeEspecial sobre la Cuenca Matanza-Riachuelo año 2003

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Quien no se hace el vivo, va muerto.
Estás obligado a ser jodedor o jodido, mentidor o mentido. Tiempo del qué me importa, el qué le vas a hacer, el no te metás, el sálvese quien pueda (...)

[El sistema.-3, Eduardo Galeano]

viernes, 7 de mayo de 2010

Sebastião Salgado o cómo hacer poesía social en blanco y negro

La belleza no está reñida con las realidades dramáticas ni con las miserias humanas. Así lo demuestran las fotografías del brasileño Sebastião Salgado, cargadas de un sentido poético de la lucha humana, de melancolía, de fuerza luminosa a través de sus claroscuros, que hacen más visible esa realidad, al contrario de lo que se pueda pensar.

Las características que diferencian el trabajo de Sebastião Salgado, enmarcado dentro de la documentación social, son, por una parte, la utilización del blanco y negro y, por otra, esa belleza poética. El documental Workers (1993), realizado con fotografías tomadas en 26 países, muestra las condiciones precarias del trabajo manual, así como el final de esa mano de obra masiva. Uno de los lugares destacados al que acudió fue la mina de oro de Serra Pelada en Brasil, que concentraba a 50.000 hombres en aquel momento.

Workers - parte 1


Workers - parte 2


Workers - parte 3


Workers - parte 4


Workers - parte 5


En 1973 Sebastião Salgado abandonó su carrera de economista para dedicarse al mundo de la fotografía, que descubrió gracias a su mujer tras pedirle prestada la cámara fotográfica en un viaje a África. A partir de entonces, colaboró primero con la agencia fotográfica Sygma y después con Gamma antes de entrar a formar parte de Magnum Photos. En 1994 dejó Magnum para fundar su propia agencia en París, Amazonas Images, que representa su obra. Es un fotográfo reconocido mundialmente y prueba de ello son los numerosos premios y distinciones que ha recibido a lo largo de su trayectoria.

Comprometido con lo social y con su Leica al hombro, aparte de fotografiar a obreros de todo el mundo, Salgado ha emprendido proyectos de larga duración sobre los campesinos latinoamericanos, la hambruna en África, la lucha de los Sin Tierra en Brasil, la vida de los desplazados, refugiados y emigrantes y la biodiversidad del planeta.

En la Red podéis encontrar más documentales y material de cada proyecto. Aquí os dejo en descarga directa un par de archivos que he encontrado en taringa.net:

- fotografías de Workers: http://rapidshare.com/files/72977363/salgadoworkers.rar

- Retratos de los niños del éxodo, libro completo: http://rs260.rapidshare.com/files/73663886/RetratosdelosNinosdelexodo-Salgado.rar

martes, 20 de abril de 2010

José Cendón, un freelance apasionado por Somalia

Últimamente sólo hablamos de premios. Pero más allá de la simple noticia se encuentra el trabajo de años atrás de los fotógrafos afortunados. En esta ocasión es José Cendón quien ha recibido el Premio Ortega y Gassett 2010 a la Mejor Información Fotográfica, que entrega el diario El País, por su reportaje Somalia en el fin del mundo, publicado en el Magazine de La Vanguardia. El jurado destacó el "alto valor humano" de las fotografías así como la "calidad de su resolución técnica, conseguidas, además, en circunstancias especialmente conflictivas".



Aparte de su tarea principal, algunos fotógrafos también optan por contar de primera mano las propias experiencias en el lugar de los hechos para difundir lo máximo posible situaciones denunciables o conflictos. Qué mejor ocasión que esta para hacer referencia a Cendón. Ganador también del World Press Photo 2007 por sus fotografías en un psiquiátrico de Burundi, este gallego no duda en afirmar que en los medios se debería hablar más de África y de las situaciones que retrata que de su secuestro a manos de piratas somalíes. Fotógrafo freelance, con mucho sentido del humor (y cierta ironía) y, sobre todo, empático, una de sus armas es implicarse en las historias que retrata e intentar conocer a sus protagonistas.

Tras haber recorrido numerosos países tomando fotografías que después salen publicadas en diversos medios de todo el mundo, afirma que el país más peligroso en el que ha estado es precisamente Somalia. A su regreso una vez liberado, se le escuchó decir en más de una ocasión cuando le preguntaban sobre cómo ve el asunto de la piratería en esa zona que España también actúa como pirata cuando va a pescar a aguas somalíes.

En su libro Billete de ida, a raíz de su cautiverio, escribió sus reflexiones sobre cómo ve la piratería y la situación de Somalia como país. En la introducción hace una declaración de intenciones sobre su postura: "Los periodistas que conozco y han viajado a la nación situada en el Cuerno de África –no son muchos- se suelen dividir entre los que la aman y los que la odian. Yo me encuentro entre los primeros. Hasta un punto casi obsesivo. (…) Al hilo de esta experiencia he aprovechado para disertar acerca del modo de hacer periodismo sobre Somalia. (…) Aquellos que desinforman no valoran lo que hacen”. Podéis conocer más acerca de su enfoque basado en sus vivencias en el libro, que también incluye varias páginas con fotografías suyas. O, para hacerse una idea, una entrevista realizada por Mara Torres a José Cendón:



Os dejo también la lectura de un artículo informativo firmado por Héctor Estepa. Además, hasta el 19 de junio en Madrid todavía se pueden ir a ver las fotografías de su exposición Pilares de África, sobre el papel fundamental de la mujer africana (más información y galería online para quien no pueda acudir).

viernes, 16 de abril de 2010

Retirado el primer galardón del premio Luis Valtueña a Francesco Cocco

El pasado 23 de enero se dio a conocer la lista de ganadores del Premio Internacional de Fotografía Luis Valtueña en la que Francesco Cocco aparecía como el primer triunfador gracias a su serie Afganistán. Pero desde ayer las cosas son bien distintas: Médicos del Mundo y el jurado de la última edición revocan el primer premio por incumplimiento de las bases, en concreto, por superar las técnicas de alteración de la imagen permitidas. De esta manera, el primer premio queda desierto. Sin más. Básicamente esto es lo que aparece en el comunicado de la organización.

Sin embargo, desde hace semanas venían circulando por la Red las sospechas de manipulación. Gracias al toque de atención de Xavier Gil sobre el asunto y a su investigación particular (consulta a otros fotógrafos profesionales y puesta en contacto con la encargada del evento, que primero rechazó un cuestionamiento al jurado oficial y después optó por el silencio cuando se le pidió el RAW de la fotografía), así como al debate en blogs como el de Paco Elvira la sospecha tomó dimensiones mayores. La cosa se ponía fea y Xavier no parecía tan desencaminado en su teoría, hasta que finalmente ayer quedó confirmada. En el breve comunicado no se explica detalladamente esa manipulación, pero basta con observar los pliegues de las cabezas de las mujeres así como la iluminación para comprobar que se trata de una misma figura clonada y reproducida varias veces en diferentes momentos de su paso.


Quizá alguien se pregunte qué importancia tiene la manipulación de una fotografía que fuera como fuese, con una o cuatro mujeres, hace referencia a una misma realidad: la de las mujeres afganas sometidas al burka. Desde mi punto de vista, precisamente la palabra realidad queda desvirtuada, ya que se trata más bien de una recreación y no del instante. El retoque fotográfico es habitual pero habría que plantearse dónde están los límites en el fotoperiodismo y en la fotografía documental. Eso sin hablar de lo injusto que sería si esto sucede en las candidaturas a un premio de fotografía de este tipo (ni artística ni publicitaria), ya que no todos los participantes, como bien apuntaba Xavier, jugarían al mismo nivel y es algo que últimamente pasa a menudo (otro caso reciente en el World Press Photo, sin ir más lejos).


Desde aquí, agradezco a Xavier la información que dejó en Objetivo: denuncia sobre sus sospechas fundamentadas (a muchos nos la colaron en aquel momento) y a Paco, autor de Fotoblog., por su apunte de ayer.

viernes, 26 de marzo de 2010

Morenatti, de vuelta a la carrera

Hace siete meses, en agosto de 2009, el fotoperiodista Emilio Morenatti sufrió la amputación de su pie izquierdo como consecuencia de la explosión de una bomba al paso del convoy estadounidense en el que iba empotrado cerca de Kandahar, al Sur de Afganistán. Desde entonces ha estado en Estados Unidos para recuperarse de sus heridas y seguir un proceso de rehabilitación y ha sido hace unas semanas cuando ha podido regresar a Jerez, la ciudad que le vio crecer y también correr, algo que continúa haciendo gracias a su admirable coraje y optimismo:



Dispuesto y con ánimo renovado para continuar disparando con su cámara fotográfica, se reincorporará a The Associated Press (AP) y trabajará en Barcelona. Pero, además, su bienvenida es noticia porque ha coincidido con un nuevo reconocimiento a su carrera profesional: la Asociación Nacional de Fotógrafos de Prensa nombró ayer a Morenatti como Fotoperiodista del Año 2010.

Tras realizar coberturas informativas para AP en Afganistán y Oriente Medio (ha retratado el conflicto palestino-israelí y en 2006 fue secuestrado en Gaza), se trasladó a Pakistán y el material recogido en este último país es el más conocido de Morenatti. Con la serie Violencia de género en Pakistán, en la que mostraba el rostro de mujeres pakistaníes que habían sido agredidas con ácido, ganó el primer premio de FotoPress 2009. La exposición de estas fotografías, que ha sido presentada hoy, podrá verse en el CaixaForum de Madrid hasta el próximo 22 de agosto de 2010.

Emilio Morenatti con una fotografía de la muestra al fondo


domingo, 14 de marzo de 2010

Involucrarse o mantenerse al margen

Hace unos días, al revisar varias páginas de fotografía, leí en Fotografía: Negativo Digital que está de nuevo en la palestra la eterna polémica de la moralidad de los periodistas y fotógrafos de prensa. En esta ocasión la fotografía protagonista del revuelo ha sido la ganadora del segundo premio en la categoría Stories del World Press Photo 2010, del que ya hablamos en su día, que fue tomada por Farah Abdi Warsameh en Somalia para la agencia The Associated Press. La publicación de una fotografía de la serie, en la que aparece registrado un proceso de lapidación a un hombre somalí, en el periódico inglés The Sunday Times ha causado indignación entre sus lectores, que la consideran demasiado dura para ser mostrada públicamente en las hojas de un diario nacional. The Guardian también ha valorado de forma negativa esa publicación (aprovechando que la polémica está en el aire). Además, al igual que cada vez que un sujeto es fotografiado en una situación límite (no es lo mismo encontrar muerte sobre el terreno que presenciarla), se han puesto sobre la mesa cuestiones de ética y moralidad en relación a la actitud del fotoperiodista. En este aspecto es en el que me centro a continuación (la ética del medio de comunicación ya fue tratada en la entrada Muertes públicas).


Para abordar el asunto, lo primero que cabe decir es que siempre existe una relación entre el observador y lo observado en cuanto que quien sujeta la cámara se encuentra presente en el lugar de la escena. Si partimos de aquí podemos entenderlo después de varias formas y son básicamente dos las posturas que he podido leer al buscar sobre la noticia: que hay una colaboración entre el fotógrafo y el grupo que apedrea (que le ha dado permiso para retratarlo) o que se trata de instinto profesional en busca de imágenes para mostrar al mundo y conseguir justicia.

En el primer caso, el fotógrafo asume un precio psicológico muy elevado y subordina su condición humana, si bien la pregunta clave es: ¿se le puede considerar cómplice de lo presenciado al no hacer nada para evitar la tragedia? En este punto seguro que muchos habéis recordado la polémica que arrastra la fotografía de Kevin Carter en la que un buitre acecha a una niña africana en Sudán. El propio autor mostró su arrepentimiento al recoger el Pulitzer por ese trabajo: "Es la foto más importante de mi carrera pero no estoy orgulloso de ella, no quiero ni verla, la odio. Todavía estoy arrepentido de no haber ayudado a la niña". Pero hay varias versiones sobre lo que ocurrió realmente y podemos encontrar tanto justificaciones que a veces caen en contradicciones como suposiciones sobre si esto provocó el suicidio de un fotógrafo que siempre tuvo una biografía complicada.

En el caso de que fuera simplemente instinto profesional, el fotógrafo arriesgó su vida para mostrar al exterior de Somalia lo que ve en un país en el que hay pocos informadores debido a sus singularidades y no tiene tanta importancia que una llamada de atención como esta no sea la mejor opción en cuanto a moralidad. De cualquier modo, el fotógrafo fue consciente de que se disponía a presenciar la muerte de un ser humano en primera línea y en directo y optó por ser testigo pasivo, impasible, de ese acto macabro. La duda que planea es si su actitud queda suficientemente justificada sólo por satisfacer el lema “el mundo debe saber”.

La verdad duele, pero a veces la difusión de fotografías y reportajes (y muchas formas de manifestación artística), aparte de crear un registro histórico, es una herramienta muy poderosa para lograr cambios en la opinión pública, para crear conciencia. Sin embargo, ¿todo vale por obtener un documento esclarecedor? Es más, el mostrarlo en países lejanos y a veces desconocedores de la realidad de otros territorios totalmente distintos, ¿sirve de algo aparte de para dar a conocer el hecho? O dicho de otro modo, al no poder intervenir de manera directa y ser una realidad tan alejada, ¿termina por causar indiferencia? ¿o somos nosotros quienes a pesar de ser conscientes de que ocurren este tipo de hechos los ignoramos de forma voluntaria para no atragantarnos con el desayuno mientras ojeamos el periódico? Por otro lado, ya que la escena habría ocurrido igualmente hubiese o no un fotógrafo delante para registrarlo (considero que no es una escena provocada), ¿debe primar el derecho a la información en situaciones de este tipo?

En definitiva, aunque las imágenes de esta serie son difíciles de contemplar durante varios segundos, las preguntas sobre la mejor manera de transmitir el sufrimiento de los demás se multiplican. No existe una respuesta única para un asunto tan delicado, pero de lo que no se puede prescindir es de la responsabilidad moral en el tratamiento de imágenes por los efectos que puedan causar, especialmente ahora que con las nuevas tecnologías las imágenes son difundidas a la velocidad de un clic. El peligro y lo indeseable es crear una sociedad pasiva e insensible mediante la difusión de fotografías que muestran situaciones con las que ya estamos familiarizados, ya que se genera un espectáculo continuo. No obstante, lo que se debe rechazar es esa especie de gran carnaval (como el de la película del mismo nombre de Billy Wilder) porque en lo referido a la asimilación de temáticas fotográficas poco podemos pedir en un mundo en el que cada día es visible el desastre, la guerra y la destrucción del hombre.

Otras cuestiones que derivan de este debate son: por qué las fotografías que aparecen en la prensa no responden al perfil de sutileza de la que ganó este año el World Press, si la mayoría muestran desgracias porque la tragedia vende (de ahí lo del espectáculo) o si una fotografía siempre debería ir acompañada de texto para contextualizar. Como el tema es muy amplio intentaremos generar preguntas y darles respuesta a estos otros apartados en entradas posteriores.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Los sucesos de Vitoria: 34 años de impunidad

Las fotografías son un buen instrumento para rememorar tiempos pasados y, en esta ocasión, también para denunciar el olvido y las mentiras oficiales. Nos situamos en los meses posteriores a la muerte de Franco en la ciudad de Vitoria-Gasteiz, donde se estaba desarrollando un destacado movimiento huelguístico basado en reivindicaciones puramente sociolaborales. En este contexto, el 3 de marzo de 1976 fueron asesinados cinco trabajadores y más de cien resultaron heridos por los disparos efectuados por la policía al desalojar una iglesia, previamente gaseada, en la que se estaba celebrando una asamblea informativa sobre el desarrollo de la huelga.


En ese recinto se reunieron unas 5000 personas, pero la policía ordenó su desalojo y la multitud allí congregada, ante el temor de ser aporreada y agredida a su salida, se negó a abandonar la iglesia. Fue entonces cuando comenzó el asalto de los efectivos antidisturbios al interior del centro religioso. Quien pudo salió huyendo, pero fue recibido en la calle por disparos y golpes: reitero que cinco obreros fueron asesinados y hubo cien heridos de bala.

La propia policía alardeó de haber producido una masacre y de haber contribuido “a la paliza más grande de la historia”, frase con la que terminaron la comunicación por radio los policías presentes en la escena, según demuestran los audios que se conservan en la actualidad. Tanto estas grabaciones, como las fotografías que aparecen en la página de la asociación Martxoak 3 forman parte del amplio archivo documental que prueba los hechos ocurridos, de ahí su inmenso valor para las víctimas y los familiares de las víctimas. Los sumarios abiertos quedaron en el olvido, pero esta asociación, que ante todo reivindica justicia, verdad y reconocimiento, ya ha dado los primeros pasos para reabrir el caso y depurar responsabilidades políticas (no hay que olvidar que Manuel Fraga era el ministro de Gobernación y Rodolfo Martín Villa, el encargado de la cartera de Relaciones Sindicales en aquel momento).


Porque después de 34 años nadie ha pagado por los sucesos de Vitoria-Gasteiz. Y nadie sabe por qué mandaron tirar directamente a matar.


(Relacionado con el tema es el documental La Revolta Permanent, de Lluís Danés en el que aparece el tema del vídeo: Campanades a morts de Lluís Llach)

lunes, 22 de febrero de 2010

La Ciudad de los Fotógrafos: la labor documental de la AFI durante la dictadura chilena

Durante el periodo de la dictadura de Pinochet, un grupo de chilenos fotografió las protestas y la sociedad chilena en sus más variadas facetas. En la calle, al ritmo de las protestas, estos fotógrafos se formaron y crearon un lenguaje político. Para ellos fotografiar fue una práctica de libertad, un intento de supervivencia, una alternativa para poder seguir viviendo.

Sus fotografías sirvieron para apoyar el testimonio de las víctimas de la dictadura y fueron fundamentales para iniciar procesos de justicia. Algunos de ellos fueron reprimidos brutalmente, otros asesinados... la mayoría siguen vivos. Ellos representan el inhóspito pasado de Chile y la metamorfosis de la sociedad chilena. Esta película habla de ellos.


Esta es la sinopsis del documental La Ciudad de los Fotógrafos (2006), dirigido por Sebastián Moreno, que relata la actividad que llevó a cabo la Asociación de Fotógrafos Independientes (AFI), de la que formaron parte reporteros gráficos que se unieron en 1981 para conseguir una mayor fuerza y protección contra el régimen chileno de Augusto Pinochet. De la AFI (1981-1993) son la mayoría de fotografías tomadas durante la dictadura. En el siguiente vídeo aparecen recopiladas las más significativas:



En La Ciudad de los Fotógrafos, galardonado en varios festivales de cine y de documentales, queda patente la importancia del valor testimonial de las fotografías tanto para las familias que sufrieron el régimen como para el resto del mundo, al que se permitió abrir los ojos a la realidad chilena. Además de contar con impactantes testimonios de varios fotógrafos de la AFI (como los de Luis Navarro, Jorge Ianiscewsky, Óscar Navarro o Paz Errázuriz), este documental también trata el asunto de la "atracción por la sangre" en una escena que tuvo lugar en una plaza pública, hace referencia a una etapa en la que se censuraban las fotografías en las revistas y, de una manera más destacada, recuerda el asesinato en una manifestación celebrada en 1986 del joven fotógrafo Rodrigo Rojas De Negri, de 19 años, que fue rociado con combustible y quemado a manos de varios miembros de las fuerzas militares desplegadas por las calles.

Rodrigo Rojas De Negri, fotografiado por Percy Lam


Desde este blog sobre fotografía de denuncia considero imprescindible recomendar el visionado de La Ciudad de los Fotógrafos a todo aquel interesado en la fotografía documental y de prensa (dura 80 minutos; para verlo completo y sin necesidad de descarga pinchad aquí). Además, quien quiera conocer detenidamente la historia de la AFI puede encontrar más información en el libro Multitudes en Sombra, de Gonzalo Leiva Quijada.

sábado, 13 de febrero de 2010

Gritos de protesta con nocturnidad y valentía (y más sobre el World Press Photo 2010)

Un día después de conocer que Pietro Masturzo es el ganador de la última edición del premio World Press Photo por From the rooftops of Tehran (Desde los tejados de Teherán) como Foto del Año 2009, las reacciones y los análisis no se han hecho esperar. Y, como no puede ser de otra manera, nunca llueve a gusto de todos. Mientras algunos fotógrafos profesionales y analistas defienden el nombre elegido, otros argumentan que la imagen no tiene tanto significado como el que se le quiere dar. En todo caso, esta fotografía, elegida entre más de 100.000 candidatas presentadas por casi 6.000 fotógrafos de todo el mundo, ha sorprendido a muchos. Esta reacción ya la predijo ese mismo día José Manuel Navia en su análisis Azoteas de esperanza, en el que se apresuró a defender la fotografía frente a un posible aluvión de críticas en las horas posteriores a la noticia.

El jurado de este premio, el más prestigioso del fotoperiodismo a nivel internacional, desveló ayer 12 de febrero de 2010 los autores galardonados en su edición número 53. La fotografía de Pietro Masturzo, tomada en Teherán una semana después de las elecciones iraníes de junio de 2009, fue valorada teniendo en cuenta su importancia en cuanto que representa “el principio de algo, el principio de una gran historia”, según las palabras del presidente del jurado, Ayperi Karabuda.


En la imagen se observa a tres mujeres que gritan desde la azotea de una vivienda en la capital iraní cuando el día está llegando a su fin en un ambiente de protesta que siguió a las elecciones de junio de 2009 debido a un polémico resultado por el que fue reelegido Mahmud Ahmadineyad. En el silencio de la noche del 24 de junio Masturzo, que se encontraba bajo arresto domiciliario, escuchó voces que provenían de una azotea y decidió retratar ese instante: los gritos de tres mujeres anónimas que reflejaban el sentir disconforme de una parte del electorado iraní y la división social generada por la reelección de Ahmadineyad. From the rooftops of Tehran forma parte de una serie de fotografías que también ha recibido el primer premio de la categoría Gente en las noticias.

La instantánea muestra el ambiente de tensión de aquellos días como una realidad presente en la vida cotidiana de los barrios y desde las propias viviendas en la oscuridad de las noches (hoy continúa la oleada de represión a las protestas de los opositores y las detenciones). Es una imagen que, sin lugar a dudas, invita a la reflexión y no es una forma de expresión explícita, en el sentido de mostrar la realidad en un primer plano o de manera obvia, por lo que no es la típica foto-reclamo a la que tanto estamos acostumbrados. Precisamente esto es lo que le achacan algunas voces discordes con la decisión del jurado: que la fotografía por sí misma no exprese la reflexión que pretende. Lo que está claro es que estos días el debate queda abierto, tanto en el caso concreto (¿la fotografía sin una explicación no vale nada o tiene fuerza por sí misma como para hacer reflexionar a quien la ve sobre la realidad de Irán?) como en general (¿qué nivel de obviedad y explicitud debe tener una fotografía para transmitir una realidad?). Desde mi punto de vista personal, comparto la opinión de Navia cuando dice que “lo sutil puede y debe ser un valor en un mundo de obviedades”.

Otros trabajos premiados han sido, por ejemplo, los de Walter Astrada y Olivier Laban-Mattei, en primer y segundo lugar respectivamente en la categoría de actualidad del World Press Photo. Ambos ya fueron galardonados en el Encuentro Internacional de Fotografía de Gijón 2009, celebrado en el mes de julio durante la Semana Negra de la ciudad asturiana.

Walter Astrada (que también fue premiado en la edición anterior) fue el único fotoperiodista internacional que cubrió la represión policial en las manifestaciones que tuvieron lugar en Madagascar durante la crisis política que sufrió el país a principios de 2009. (Como apunte, este fotógrafo argentino colaborará en el proyecto periodismohumano.com, a punto de comenzar, según informan desde P+DH [periodismo+derechos humanos]).


Respecto a Olivier Laban-Mattei, también tomó sus fotografías en Irán para testimoniar las protestas postelectorales de junio de 2009. Una de las premiadas es la que aparece a continuación:


La entrega de los galardones tendrá lugar el próximo 2 de mayo de 2010 en Ámsterdam (Masturzo recibirá 10.000 euros y un lote de material fotográfico digital de última generación) y las fotografías seleccionadas del concurso serán expuestas a lo largo de todo el año por ciudades de todo el mundo. Podéis ver el listado de fechas y lugares aquí. Entre todas las fotografías encontraremos muchas que no interesaron en su día a los medios de comunicación tradicionales y que reviven en forma de exposiciones o premios en una actualidad que las mantenía ocultas.

sábado, 6 de febrero de 2010

"La relación con los movimientos sociales nos permite tratar profundamente temas que en otros medios ni siquiera mencionan"

Una herramienta para la transformación social: así es como se define el periódico quincenal de actualidad crítica Diagonal. Sustentado económicamente por una amplia red de colaboradores y suscriptores (unos 4.500), Diagonal no depende de ningún grupo económico ni político bajo el lema "No depender del poder es la única manera de poder cuestionarlo". Un periódico de estas características, basado en la horizontalidad y en la participación, es uno de los mejores ejemplos para conocer el tratamiento de las fotografías de denuncia, presentes en cada uno de sus números.

Olmo Calvo es uno de los fotógrafos que nutren Diagonal y la persona encargada de coordinar la sección Enfoques. Ganador del primer premio del concurso internacional de fotografía Friends of the Earth International 2006, también fue finalista en 2008 del Premio Internacional de Fotografía Humanitaria Luis Valtueña. Su trayectoria como miembro de la Cooperativa de Fotógrafos SUB y como fotógrafo freelance que ha trabajado para varios medios (Le Monde Diplomatique, Berria o MO, entre otros) le otorga una gran experiencia en este campo. En Objetivo:denuncia nos habla acerca de Diagonal y del tratamiento de la fotografía de denuncia que se realiza en este periódico, al que está vinculado desde los inicios del proyecto:

Objetivo:denuncia - ¿Qué mensaje se pretende transmitir con una fotografía de denuncia y qué reacción se espera por parte del receptor?
Olmo Calvo - La fotografía de denuncia forma parte de la fotografía de prensa y de la fotografía documental. En Diagonal publicamos fotografías muy diversas, desde las más puramente periodísticas de acontecimientos actuales a fotografías más atemporales pertenecientes a reportajes sobre diversos temas. Todas informan de una realidad concreta. No se quiere transmitir ningún mensaje con ellas, sólo dar a conocer diferentes situaciones desde una perspectiva crítica. Tampoco se espera ninguna reacción concreta por parte del receptor, ya que las imágenes se escogen de acuerdo a lo que se quiere transmitir y contar y no pensando en las mil y una susceptibilidades de los diferentes lectores.

O:d - La fotografía, así como otras artes plásticas, puede tener una vertiente reivindicativa, ¿es el mejor medio de expresión para captar en un principio la atención del lector y que se interese después por el asunto concreto?
OC - Las imágenes y el diseño son muy importantes para casi todos los medios de comunicación independientemente de sus diferentes contenidos. Hubo una época en que muchas de las publicaciones de izquierdas estaban relacionadas en el imaginario colectivo con páginas repletas de textos difíciles de leer y sin recursos visuales o con revistas fotocopiadas de escasa difusión. En Diagonal siempre hemos querido cuidar las fotografías y el diseño al igual que se cuidan los textos y las colaboraciones que se publican. No sabemos si es el mejor medio para captar la atención del lector, pero nosotros apostamos por él. Todas las páginas están ordenadas y maquetadas pensando en el conjunto del periódico y en que sean atractivas a la lectura. Usamos fotos grandes, infografías, mapas, informaciones breves, etc. como forma de transmitir unos contenidos concretos. Podríamos difundir los mismos contenidos prescindiendo de todo esto, pero estamos seguros de que llegaríamos a mucha menos gente.


O:d - Sois varios fotógrafos los encargados de surtir a Diagonal de imágenes de actualidad crítica; según vuestra experiencia, ¿es difícil conseguir ciertas fotografías?
OC - En la elaboración de cada número del Diagonal participan decenas de colaboradores en fotografía, textos, promoción, etc. Somos una red de fotógrafos muy amplia que surtimos de imágenes al Diagonal. Muchos somos habituales, otros esporádicos, y en muchas ocasiones usamos imágenes con licencia Creative Commons para poder ilustrar ciertos temas. El no tener recursos hace que participe mucha más gente pero también provoca que sea muy difícil conseguir ciertas imágenes al no tener acceso a agencias ni poder encargar trabajos.

O:d - ¿Recibís muchas fotografías de denuncia por parte de los ciudadanos?
OC - Recibimos muchas propuestas para colaborar con Diagonal de fotógrafos del Estado y de otros países. Algunos se ganan la vida haciendo fotos y otros no. Habitualmente quieren colaborar con aquello que pueda ayudar a la construcción del Diagonal, con fotografías de lo más diverso. Pueden ser retratos, fotos de manifestaciones, fotos de políticos, etc.

O:d - Muchas de vuestras imágenes forman parte de la cobertura informativa de reivindicaciones que se desarrollan en la vía pública, como manifestaciones, huelgas o actos de protesta. ¿Cuál debe ser la relación de los medios con los movimientos sociales?
OC - Nosotros, en cierto modo, nos sentimos parte de los Movimientos Sociales. Somos un periódico sin ánimo de lucro gestionado por una asamblea que, además de publicar un número cada quince días, participa en diferentes campañas por la libertad de expresión, en la organización de foros sociales, etc. Tenemos una relación cercana que nos permite tratar más profundamente muchos temas que en otros medios ni siquiera mencionan. Pero siempre manteniendo la independencia como medio de comunicación. Otros medios tienen otro tipo de relación porque defienden los intereses de grupos políticos o financieros concretos. Pero creo que más allá de los medios en su conjunto hay que valorar la relación de los periodistas como personas con los Movimientos Sociales.

O:d - Tras cinco años de andadura, ¿cómo ves el futuro de Diagonal dentro del ámbito de la información crítica en un panorama general de informaciones e imágenes que se repiten en los diarios de mayor tirada?
OC - Nuestro futuro pasa por la autocrítica y el análisis constante de lo que publicamos. Creo que en estos cinco años hemos aportado informaciones y puntos de vista propios que en muchas ocasiones han servido como alternativa informativa a lo que se publicaba en otros medios con mayor alcance. Pienso que es importante que Diagonal exista y siga fortaleciéndose y creciendo porque el mayor logro es ser un medio independiente, asambleario y sobrevivir entre periódicos con ánimo de lucro, impresos y digitales, respaldados por grandes empresas.


El periódico Diagonal se vende cada quince días (los jueves) en gran parte de los kioscos, librerías y puntos de venta alternativos de Madrid capital. Los puntos de distribución en otras ciudades pueden ser consultados en este listado (en Valladolid, por ejemplo, se puede encontrar en Sodepaz y en la librería Sandoval).

En cuanto a Olmo Calvo, quien esté interesado en sus fotografías puede acudir a ver la exposición Injusticia e impunidad en Latinoamérica, compuesta por cinco fotorreportajes: De Profesión Cartonera, Mineros en la Oscuridad, Protestas en Latinoamérica, Villa Nº 20 y Cárcel. Estas fotografías, tomadas en Argentina y Bolivia, pueden verse en la librería Traficantes de Sueños de Madrid (c/ Embajadores, 35) hasta el 6 de marzo de 2010.

Desde Objetivo:denuncia os animo a que acudáis a ver la exposición de Olmo Calvo y a que conozcáis un poco más este periódico de actualidad crítica… ¡larga vida al Diagonal!

sábado, 23 de enero de 2010

Premio Internacional de Fotografía Humanitaria Luis Valtueña: una labor reconocida

La figura del fotógrafo dedicado a mostrar la realidad humana en distintas partes del mundo con un objetivo de denuncia la constituyen personas que, ante todo, realizan un enorme esfuerzo para que los demás podamos conocer todo aquello que vieron en directo cuando presionaban el disparador. En muchas ocasiones su labor es, sin duda, arriesgada y, como tal, es de agradecer que sus méritos sean reconocidos una vez que sale a la luz todo ese material fotográfico que ha sido capturado a miles de kilómetros.

Uno de los galardones que presta atención a este tipo de fotografías que sirven de testimonio y de denuncia es el Premio Internacional de Fotografía Humanitaria Luis Valtueña, que en su XIII edición ha recaído sobre el fotógrafo italiano Francesco Cocco por su serie Afganistán, país que lleva sumido en conflictos durante toda su historia moderna. La serie se compone de estas tres fotografías:




El homenajear a los cooperantes de Médicos del Mundo asesinados en Ruanda y Bosnia en 1997 fue el motivo por el cual nació este premio, que toma el nombre de uno de ellos: Luis Valtueña, también fotógrafo de profesión. El concurso se divide en varias secciones relacionadas con la exclusión social, los derechos humanos, la inmigración o los refugiados, entre otras.

Aparte de Francesco Cocco, en esta ocasión también han sido premiados otros dos fotógrafos italianos: Giulio Di Sturco, por la serie Las secuelas en Bihar (donde refleja el resultado que dejo tras de sí el monzón que tuvo lugar en el nordeste de la India en 2008), y Pierluigi Georgi, por Apnea (mención especial del jurado; muestra las condiciones de vida de una campamento de romaníes en Tirana, donde son discriminados por los albaneses).

Este galardón permite descubrir cada año centenares de trabajos de indudable calidad de fotógrafos que captaron en su momento tanto realidades espeluznantes como esperanzadoras. Si os interesa conocer nuevos nombres de fotógrafos que se dediquen a esta temática, os recomiendo buscar los listados de finalistas de cada edición. Por ejemplo, en la edición anterior el ganador fue Andrew McConnell por su trabajo en la República Democrática del Congo y completaron la lista de premiados Víctor Fraile, Orlando Barría y Aitor Lara. Walter Astrada también estuvo entre los seleccionados con esta fotografía sobre la violencia postelectoral en Kenia en 2007:


En cuanto a las 29 fotografías seleccionadas del XIII Premio Internacional de Fotografía Humanitaria Luis Valtueña, se pueden ver en una exposición itinerante que recorrerá varias ciudades españolas a lo largo de todo el año 2010 (hasta el 24 de enero en Madrid en La Casa Encendida). Si todavía no ha llegado a vuestra ciudad, podéis verlas aquí (recomiendo configurar la presentación a un ritmo lento para poder leer la descripción de cada fotografía una vez desplegada la pestaña Mostrar información). A continuación, un vídeo en el que también aparecen recogidas: