martes, 20 de abril de 2010

José Cendón, un freelance apasionado por Somalia

Últimamente sólo hablamos de premios. Pero más allá de la simple noticia se encuentra el trabajo de años atrás de los fotógrafos afortunados. En esta ocasión es José Cendón quien ha recibido el Premio Ortega y Gassett 2010 a la Mejor Información Fotográfica, que entrega el diario El País, por su reportaje Somalia en el fin del mundo, publicado en el Magazine de La Vanguardia. El jurado destacó el "alto valor humano" de las fotografías así como la "calidad de su resolución técnica, conseguidas, además, en circunstancias especialmente conflictivas".



Aparte de su tarea principal, algunos fotógrafos también optan por contar de primera mano las propias experiencias en el lugar de los hechos para difundir lo máximo posible situaciones denunciables o conflictos. Qué mejor ocasión que esta para hacer referencia a Cendón. Ganador también del World Press Photo 2007 por sus fotografías en un psiquiátrico de Burundi, este gallego no duda en afirmar que en los medios se debería hablar más de África y de las situaciones que retrata que de su secuestro a manos de piratas somalíes. Fotógrafo freelance, con mucho sentido del humor (y cierta ironía) y, sobre todo, empático, una de sus armas es implicarse en las historias que retrata e intentar conocer a sus protagonistas.

Tras haber recorrido numerosos países tomando fotografías que después salen publicadas en diversos medios de todo el mundo, afirma que el país más peligroso en el que ha estado es precisamente Somalia. A su regreso una vez liberado, se le escuchó decir en más de una ocasión cuando le preguntaban sobre cómo ve el asunto de la piratería en esa zona que España también actúa como pirata cuando va a pescar a aguas somalíes.

En su libro Billete de ida, a raíz de su cautiverio, escribió sus reflexiones sobre cómo ve la piratería y la situación de Somalia como país. En la introducción hace una declaración de intenciones sobre su postura: "Los periodistas que conozco y han viajado a la nación situada en el Cuerno de África –no son muchos- se suelen dividir entre los que la aman y los que la odian. Yo me encuentro entre los primeros. Hasta un punto casi obsesivo. (…) Al hilo de esta experiencia he aprovechado para disertar acerca del modo de hacer periodismo sobre Somalia. (…) Aquellos que desinforman no valoran lo que hacen”. Podéis conocer más acerca de su enfoque basado en sus vivencias en el libro, que también incluye varias páginas con fotografías suyas. O, para hacerse una idea, una entrevista realizada por Mara Torres a José Cendón:



Os dejo también la lectura de un artículo informativo firmado por Héctor Estepa. Además, hasta el 19 de junio en Madrid todavía se pueden ir a ver las fotografías de su exposición Pilares de África, sobre el papel fundamental de la mujer africana (más información y galería online para quien no pueda acudir).

viernes, 16 de abril de 2010

Retirado el primer galardón del premio Luis Valtueña a Francesco Cocco

El pasado 23 de enero se dio a conocer la lista de ganadores del Premio Internacional de Fotografía Luis Valtueña en la que Francesco Cocco aparecía como el primer triunfador gracias a su serie Afganistán. Pero desde ayer las cosas son bien distintas: Médicos del Mundo y el jurado de la última edición revocan el primer premio por incumplimiento de las bases, en concreto, por superar las técnicas de alteración de la imagen permitidas. De esta manera, el primer premio queda desierto. Sin más. Básicamente esto es lo que aparece en el comunicado de la organización.

Sin embargo, desde hace semanas venían circulando por la Red las sospechas de manipulación. Gracias al toque de atención de Xavier Gil sobre el asunto y a su investigación particular (consulta a otros fotógrafos profesionales y puesta en contacto con la encargada del evento, que primero rechazó un cuestionamiento al jurado oficial y después optó por el silencio cuando se le pidió el RAW de la fotografía), así como al debate en blogs como el de Paco Elvira la sospecha tomó dimensiones mayores. La cosa se ponía fea y Xavier no parecía tan desencaminado en su teoría, hasta que finalmente ayer quedó confirmada. En el breve comunicado no se explica detalladamente esa manipulación, pero basta con observar los pliegues de las cabezas de las mujeres así como la iluminación para comprobar que se trata de una misma figura clonada y reproducida varias veces en diferentes momentos de su paso.


Quizá alguien se pregunte qué importancia tiene la manipulación de una fotografía que fuera como fuese, con una o cuatro mujeres, hace referencia a una misma realidad: la de las mujeres afganas sometidas al burka. Desde mi punto de vista, precisamente la palabra realidad queda desvirtuada, ya que se trata más bien de una recreación y no del instante. El retoque fotográfico es habitual pero habría que plantearse dónde están los límites en el fotoperiodismo y en la fotografía documental. Eso sin hablar de lo injusto que sería si esto sucede en las candidaturas a un premio de fotografía de este tipo (ni artística ni publicitaria), ya que no todos los participantes, como bien apuntaba Xavier, jugarían al mismo nivel y es algo que últimamente pasa a menudo (otro caso reciente en el World Press Photo, sin ir más lejos).


Desde aquí, agradezco a Xavier la información que dejó en Objetivo: denuncia sobre sus sospechas fundamentadas (a muchos nos la colaron en aquel momento) y a Paco, autor de Fotoblog., por su apunte de ayer.